Una PC para una mesa muy chica
Probamos la microcomputadora A01A de Banghó, con Windows 8.1, un modelo ideal para ser utilizado en espacios reducidos y que permite ser acoplado junto a pantallas de TV.¿Puede tener éxito un género de computadoras que mide un poco más de 10 x 10 x 5 cm con Windows 8.1 y hay que agregarle teclado, mouse y pantalla? En principio, no tendríamos por qué dudarlo: entra en cualquier lugar, pesa muy poco e, incluso, puede colgarse detrás de un display. Lo que sí tiene es una característica de origen que para algunos puede ser una desventaja, y es que no está pensada su actualización a través de los años o ponerle más partes en su interior.
En la caja del modelo que testeamos, perteneciente a la serie A01A de esta familia de PC de Banghó, está sólo el pequeño equipo con el cable de alimentación, el adaptador de corriente y un soporte para colocarlo en una pared o detrás de una pantalla.
En su interior hay un chip Intel Celeron 847 a 1,10 GHz, motherboard DCP847SKE, disco de 450 GB, RAM de 4 GB y de sistema operativo, el Windows 8.1. Tiene conectividad inalámbrica y Bluetooth. En el gabinete tiene en uno de sus lados de puertos USB 2.0, dos salidas HDMI, puerto de red y una pequeña ranura para llave de seguridad Kensington. En otra cara cuenta con otro puerto USB 2.0 y en la cara superior, el botón de inicio.
Si le conectamos un sistema de teclado y mouse conjunto, todavía tendremos dos puertos USB libres, que pueden ser para agregarle un disco rígido externo, por ejemplo. Por esto, a priori, no debería tener ningún problema para una lista de periféricos igual a la de cualquier desktop.
Instalación
Cuando prendimos el equipo por primera vez tuvimos que hacer la instalación del Windows 8.1, que viene precargado en el disco. Este proceso fue rápido y en 5 minutos ya podía comenzar a usarse la mini PC, aunque requirió otros minutos más para configurar la conexión a Internet inalámbrica. Luego hubo que instalar las actualizaciones de los programas que utiliza un teclado con mousepad. Fue lo que más tardó, unos 5 minutos.
Conectando un cable HDMI a una pantalla digital, nada hacía pensar que lo que se veía era producto de una CPU del tamaño de una caja de medio kilo de bombones. Al final, un Windows es igual a otro.
Le corrimos varias sesiones de browsers, programas de tratamiento de imágenes y reproducción de video, y el desempeño fue el esperado para una máquina con 4 GB de RAM.